Zama

Como película enredada que es, se hace necesario darle cierta importancia a lo hipnótico y atrayente de su fotografía y movimiento que nos cuenta capítulos de la vida de Diego de Zama, funcionario de Indias a la espera de un traslado, un cambio de colonia o de perfume.

Lucrecia Martel pretende meternos dentro de la figura de Diego de Zama, de su apatía, desesperación, paranoia lo cual conviene saber que no es precisamente entretenido, pero sí tiene esa punta de lápiz de colores que a cierto tipo de cinéfilo le gusta mordisquear.

Peli bonita a nivel estético y con moraleja, una reflexión sobre como el esfuerzo de nuestra cultura por querer ser alguien termina siendo una trampa que empuja, en ocasiones, al vacío más solitario.