Fotograma de la película "Tres caras" en el que se ve a la protagonista siendo recibida por varias mujeres del pueblo

Tres caras (Se rokh)

Un tribunal iraní condenó en diciembre de 2010 al director de cine Jafar Panahi a seis años de prisión por “actuar contra la seguridad nacional y hacer propaganda contra el Estado”, con la pena añadida de no poder abandonar el país y la prohibición de hacer películas en los siguientes 20 años.

Panahi no ha salido del país, pero ha seguido haciendo cine furtivo. Y qué cine. Llega la soberbia Tres caras, como se llama la peli en español, una radiografía de la sociedad iraní que retrata a los habitantes de los pueblos más recónditos y atrasados, tanto en lo físico como en lo moral.

La peli está narrada a través de un viaje del propio director junto a la actriz Behnaz Jafari, hasta un pueblo perdido para encontrar a la protagonista de un vídeo casero, una joven que pide socorro, y que anuncia su suicidio porque quiere ser actriz y su familia y su entorno se lo impiden por considerarlo indigno en una mujer.

Una brillante reflexión sobre la ficción como espacio de resistencia.