
The Friends of Eddie Coyle
Todos los grandes directores tienen su personaje icónico que hace sus películas reconocibles desde el primer fotograma en que aparecen, y Melville no iba a ser menos. Personajes oscuros, lacónicos y de honradez dudosa, pero que al final, se mueven por el respeto y la honradez.
Melville nos obsequia con todo un ejemplo de film noir, dándole siempre ese toque tan francés que le hace tener una extraordinaria elegancia en su dirección. Una historia de robos, asesinatos, sospechas y unos personajes que saben que el destino ya está escrito, y no hay acciones sin consecuencia.