The body snatcher

Producción de terror de bajo presupuesto, basada en un relato de Stevenson ambientado en Edimburgo en el siglo XIX, en la que Boris Karloff interpreta a un ladrón de cadáveres que vende los cuerpos muertos para usos médicos. Todo un clásico del género

En esta película nos muestran la práctica del resurreccionismo, de los salteadores de tumbas que aprovisionaban a doctores para sus experimentos anatómicos. Amparados en un vacío legal que dejaba sin propiedad un cuerpo muerto, estos tipos profanaban las tumbas y se llevaban su contenido a una mesa de disección médica en la cual desaparecían para siempre.

Mucho antes de la Inglaterra victoriana, el oscuro oficio de resurreccionista ya había alcanzado su máxima popularidad entre 1790 y 1832 aproximadamente. Cuando Mary Shelley publica en 1818 su Frankenstein o el moderno Prometeo deja patente la existencia de estos sujetos que buscaban cadáveres frescos para suministrar a las escuelas de anatomía…

Basado en siniestros hechos reales, disfruten.