
Stagecoach
John Ford construye aquí una de sus mejores películas y confirma el carácter casi legendario de localizaciones como el Monument Valley y, cómo no, del gran John Wayne.
Esta es la historia de una diligencia que sale de una ciudad del Oeste americano llevando en su interior un grupo humano muy heterodoxo. Un microcosmos que prácticamente resume la raza humana: una elegante dama embarazada, un jugador profesional que es además un auténtico caballero, un doctor veterano y experto aficionado a la bebida, un banquero corrupto, una prostituta de buen corazón expulsada de la ciudad y un pistolero que busca venganza.
Una película coral que sirve como reflejo de los Estados Unidos de la época, visto desde una perspectiva incluso épica, basada en el relato de The stage to Lordsburg de Ernest Haycox, aunque también es similar al relato Bola de sebo del francés Guy de Maupassant.