
Sabrina
No contento con regalarnos comedias irreverentes y magistrales como Un, dos, tres o Con faldas y a lo loco, el maestro Billy Wilder se preocupó también por sentar las bases de cómo se debe hacer una comedia romántica. Sabrina fue la primera prueba y podremos verla a la Luz de la Luna.
Sabrina estila elegancia en cada secuencia, resulta increíble cómo de un argumento tan simple y manido (dos hermanos se enamoran de la misma mujer, Audrey Hepburn), Wilder sepa sacar tantísimo petróleo.
Ambientada en una familia aristocrática norteamericana de los 50. Todo es equilibrio y portento en una película que si la pudiéramos tocar sería algo así como una tela de gasa transparente que nos envuelve para siempre.