Fotograma de la película en el que se ve una escena en la playa de Barcelona, en primer plano se ve a la protagonista, con bombo de embarazada caminando por la orilla, de fondo, desenfocado, se ve al coprotagonista, mirándola parado con las manos en los bolsillos.

Los días que vendrán

Si algo parece interesar, como cineasta, a Carlos Marqués-Marcet no es más (ni menos) que la vida de pareja. Es capaz de abordar las experiencias contemporáneas del amor desde una perspectiva a la vez íntima, naturalista y desdramatizada.

Los días que vendrán, es la crónica de un embarazo que lo cambia todo. Además de seguir de cerca todo el proceso del embarazo de su protagonista, refleja a la perfección cómo influye en la relación y en la vida de los dos miembros de la pareja. Una curiosidad, los dos intérpretes, también son pareja en la vida real y estaban pasando por esta misma situación durante el rodaje.

La ficción resulta tan espontánea y honesta que, a veces, da la sensación de estar viendo un documental, a los dos actores viviendo ante la cámara. Lo mejor, que se aborden cuestiones como la maternidad y la crianza, sin tapujos ni idealismos.