
Léon Morin, prêtre
Melville vuelve en este film a uno de los temas más importantes y recurrentes de su carrera, la Segunda Guerra Mundial, basándose en este caso en una novela de Béatrix Beck.
Una historia de un amor imposible y anunciado entre una atea comunista y un cura donde la sexualidad y la sensualidad están a flor de piel, un relato de pasiones contenidas, donde el sexo mantiene una feroz lucha con la espiritualidad.
Sin embargo, esta película es mucho más que una historia de amor, es una profunda reflexión sobre la religión católica y sobre su Dios, en la que Melville -ateo, al parecer- no está dispuesto a creer.