Fotograma de la película "Largo viaje hacia la noche" en el que se ve un precioso plano de una calle de china en perspectiva por la que camina hacia la cámara el protagonista con gesto desgarbado y las manos en los bolsillos.

Di qiu zui hou de ye wan

La memoria se oxida, se escucha en un momento de Largo viaje hacia la noche, título de esta película en español. Y de alguna forma, en esa extraña frase, mitad declaración de principios, mitad definición de algo parecido a la intranquilidad, el director Bi Gan da con una de las claves de esta película.

Nos metemos de lleno en la historia de un hombre que vuelve a la ciudad de la que huyó para buscar a la mujer a la que ama. Recuerda su pelea con un mafioso local y el asesinato de un amigo, mientras la pantalla se transforma en el paisaje de un raro naufragio donde los fragmentos del presente son heridas pasadas.

El título remite a la obra de Eugene O’Neill, hay reminiscencias de Wong Kar-wai y una pulsión neorromántica con tintes de film noir. Entre lo vivido y lo imaginado, como si nos adentráramos en los senderos de la memoria. Antes que una historia, esta es toda una experiencia.