
Cold November
Casi 30 años después de la Guerra Civil que desmanteló Yugoslavia, las heridas abiertas entre quienes hasta ese momento eran conciudadanos distan mucho de estar cerradas. La segunda película del kosovar Ismet Sijarina nos sitúa en 1993, cuando Serbia canceló la autonomía de Kosovo y solicitó a sus habitantes la adhesión incondicional al régimen de Milosevic.
Esta es una película sin complejos, un drama que asume su tono exacerbado desde el primer momento en relación a los avatares de su protagonista, que se debate entre no ceder a sus principios o proteger a su familia.
Un filme útil ya que muestra una realidad silenciada aunque no tan alejada de los tiempos actuales, con crudeza, desgarro y sin medias tintas.