Breakfast at Tiffany’s

Dentro del ciclo de cine a la Luz de la Luna nos proponen una de esas películas de obligado visionado, un clásico que conserva toda su frescura, pese a los años: Desayuno con diamantes.

La película prometía desde la previa. Si unimos al mítico Blake Edwards como director, un guión basado libremente en la novela del genial novelista Truman Capote y la increíble Audrey Hepburn como indiscutible protagonista, estamos ante una de las películas de mayor influencia y fama dentro de su género y época cinematográfica.

Desayuno con Diamantes nos sumerge en la historia de Holly, una bella joven neoyorquina que, aparentemente, lleva una vida feliz. Tiene un comportamiento bastante extravagante, por ejemplo, desayunar contemplando el escaparate de la lujosa joyería Tiffanys. Un día se muda a su mismo edificio un escritor que, mientras espera un éxito que nunca llega, vive a costa de una mujer mayor…

Disfrazada de comedia romántica, es una película indispensable donde ciertas escenas justifican todo el propósito del conjunto… ¿Quién no recuerda a Audrey interpretando en la ventana de su habitación, la ya inolvidable canción Moonriver de Henry Mancini? (que por cierto compone una excelente banda sonora para la película).