
Au poste!
El cineasta francés, más próximo a Luis Buñuel, regresa con su tercer largometraje, transformando la situación más banal, en una mezcla de Monty Python y Chiquito de la Calzada.
La película parte de un interrogatorio en una triste comisaría que promete eternizarse toda la noche. Este hecho le sirve al cineasta para dinamitar el invariable género de comedia policiaca y transformarlo en una bacanal absurda, grotesca y surrealista sucesión de imágenes vintage de la década de los 70.
Quentin Dupieux continúa su senda hacia el absurdo transformando los sueños una vez más desde una realidad que les otorga otra razón de ser.
Vayan sin prejuicios, pero vayan.