
Amélie
En 2001, el cine francés nos proporcionó una de las historias de amor más singulares y creativas, ofreciendo algo muy distinto a lo que veníamos viendo en la pantalla grande. Amelie se convirtió en un auténtico icono.
Esta fábula cuenta la historia de una joven muy peculiar que en el mismo día que falleció Lady Di se entera que en su baño hay una caja que contiene juguetes y fotografías que un niño escondió cuarenta años atrás. Una vez que consigue devolver los artículos y es consciente de la reacción positiva del dueño, Amelie se propone el difícil reto de lograr que las personas a su alrededor se sientan felices.
Gran parte de su éxito tiene que ver con el trabajo que se realizó en fotografía. Como si se tratara de una continuación de la mente de la protagonista, la pantalla muestra un país coloreado con tonos chillones, mientras se acompaña de tonos vanguardistas gracias a la fantástica composición musical del maestro Yann Tiersen.
Amelie es una comedia romántica distinta a cualquier otra película que hayamos podido ver. Tiene una magia especial que se nutre de unos personajes peculiares, de una protagonista carismática, de un aire de misterio y romance y de una técnica impecable.