Sobra decir que Asturias es un Paraíso Natural, así en su conjunto, pero es que la cosa va más allá y, como si de una matrioska se tratase, dentro hay mucho más por descubrir. Se trata de pequeños rincones, paraísos escondidos que encierran magia y se hacen llamar, parques o jardines.
Aquí tienes unas recomendaciones para que te pierdas, literalmente, por unas cuantas joyas verdes que tenemos en nuestra región.
Los jardines del Museo Evaristo Valle en Gijón
Considerado uno de los jardines más bellos de Europa, este lugar es magia pura. Si la visita al Museo Evaristo Valle ya merece muchísimo la pena, un paseo por esta mezcla de jardinería francesa e inglesa con más de 120 especies diferentes de árboles y arbustos en su mayoría centenarios es algo que roza lo onírico.
Además, incluye una interesante muestra de escultura moderna camuflada entre su densísima masa arbórea. La fantasía llega a límites insospechados en este paseo para recordar.
Parque de Ferrera en Avilés
Este céntrico parque posee una maravillosa colección de árboles de todas partes del mundo. Con 5 puertas de entrada y un muro que rodea todo el espacio, no hay lugar más accesible y resguardado a la vez.
Un precioso lugar para perderse en el centro de la ciudad que sigue las características del paisajismo inglés y, además, acoge a dos de los árboles más viejos de la comarca; un tejo y una haya roja.
Jardines de la Rodriga en Oviedo
En una zona casi desconocida en el corazón de Oviedo, se esconde algo así como un jardín secreto.
Era parte de los terrenos del antiguo Colegio de las Teresianas y antes la finca del Marqués de la Rodriga, de quien tomó el nombre. Ese halo de misterio que sigue conservando, junto con un espacio verde de casi ocho mil metros cuadrados en el centro de la ciudad y total paz a cualquier hora, lo hace un espacio imprescindible.
Jardines de la Fonte Baixa en Luarca
Un jardín de lo más completo que cuenta con plantas de los cinco continentes, más de 25.000 azaleas, 10.000 camelias y hortensias de hasta 3 metros de altura. Y, además, también se esconde en su interior alguna especie excepcional como el ginko biloba o el bonsái japonés.
Adornado con pequeñas charcas, un lago, puentes y esculturas, es un jardín para degustar a pasos muy pequeños y empaparse de todos sus estímulos. Además, resultan espectaculares sus vistas al mar.
Jardines del Palacio de Las Selgas en El Pito
En El Pito, muy cerca de Cudillero, se encuentra el Palacio de las Selgas construido a finales del siglo XIX. Este cuenta con unos jardines únicos diseñados con la participación de Henry Rigoreau Jouvert, de la escuela de jardinería de Versalles, nada menos.
Un jardín francés, un jardín italiano con una gran fuente central y un jardín inglés con lago que nos harán viajar en el tiempo y admirar la belleza de un paisajismo realmente cuidado.
Me encanta recibir información de lugares que vale la pena visitar.Muchad gracias